AUTEZA
¿Cómo es realmente el mundo?
Mi cabeza nunca fue como las demás. Lejana en un mundo etéreo y conectada a mi galaxia, de mi universo fluían colores y naturaleza, que a ratos encendían mis oídos internos transformando el ruido externo en un lugar de paz en mi interior.
La conexión...
Al desconectar del entorno me sentía seguro. Un día frente a un árbol, me conecté con él y con toda mi naturaleza que llevaba dentro. Era como si escuchara una melodía armónica, todo a la vez resonaba por mis oídos, entraba por mi cuello y se expandía hacia arriba, abriendo mi cabeza a una cadena de pétalos y flores que me expandían.
A veces la música me encendía y llenaba por completo, haciendo de la realidad, un mundo diferente. Un mundo al que no todos están preparados para vivir, pero que todos podemos contemplar y respetar.